Casa Julian de Tolosa
- La Ternera
- 7 jul 2020
- 2 Min. de lectura
La obra de carne del Barrio de Ibiza

Primer Acto. ¿Dónde hacer la reserva?
Madrid tiene infinitas opciones para poder disfrutar del buen comer. Es tanta la oferta de la metrópolis a nivel culinario que siempre que un restaurante ofrezca un “plus”, te invita a visitarlos. En el caso de Casa Julián ese “plus” fue la explicación en su página de Instagram sobre el mejor corte de carne, que según escriben es de cuatro centímetros y dos dedos. Esta calidad de información sobre el tamaño de la carne, te invita a un lugar que ha dedicado todo por el producto y servicio que ofrecen.
Segundo Acto. Primeras Impresiones
Una vez que decides qué lugar nuevo quieres explorar, solo queda visitarlo. Al entrar a Casa Julián te encuentras con un restaurante pequeño que tiene todas sus mesas llenas. En su esquina posterior derecha te encuentras con una pequeña parrilla que te hace teletransportar a un paisaje de una casa rural vasca. Una vez te reciben en la puerta y te dirigen a la mesa te encuentras con una carta pequeña, pero como personaje principal: El Chuletón.
Tercer Acto. La comida
Antes de decidir qué va a acompañar el Chuletón te llevan una entrada de la casa. En mis dos visitas ha sido una chistorra crocante cocinada perfectamente con sabor a parrilla. Este restaurante utiliza los vegetales de temporada para acompañar al plato principal. Por lo que en los meses de invierno ofrecen una alcachofa que te deja sin palabras y te indica que TODO lo que preparan tiene un nivel de dedicación de semejante al de una obra de arte. Los pimientos del piquillo son los mejores que he probado sin duda alguna ya que han desarrollado una receta que hace que este plato sea el actor secundario de esta obra.
Cuarto Acto. La llegada del Chuletón

Una vez que ya has probado la entrada y has podido disfrutar de los vegetales cocinados a la perfección, llega el Chuletón. Recién salido de la parrilla y de la mano del chef de la casa que te pregunta qué corte prefieres. Una vez que llega a tu plato se te hace agua la boca del sonido que hace la carne a la parrilla. Cuando das ese primer bocado sientes la calidad de la carne y la sencillez de su cocción, así como la delicadeza de la carne que se deshace como mantequilla en la boca. Como si fuera poco, el chef se me acerco a preguntar si quería que caliente el hueso en la parrilla. Pude disfrutar de los últimos pedazos de carne del chuletón con un estilo crocante y diferente.
Quinto Acto. La siguiente reservación
Cuando pruebas la carne de Casa Julián solo quieres volver a visitar este restaurante. El lugar, a pesar de ser pequeño, te hace sentir como en casa con la compañía de la parrilla. La atención es de primera desde el momento que llamas a reservar hasta el momento que sales por la puerta. El vino Muga que acompaña la carne solo hace más especial la experiencia. Es una increíble inversión que se tiene que hacer para disfrutar de la comida vasca desde la capital de España.
PS. Les aconsejo sentarse en la barra ya que tendrán asiento en primera fila para ver al plato principal cocinarse a la perfección.
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